Olviden los baby showers, lo que realmente necesitamos son fiestas posparto
Uno de los motivos que hace más emocionante el embarazo más allá de la llegada de ese nuevo integrante al mundo, se trata sobre las compras que se necesitan para acomodar el lugar en donde permanecerá un tiempo el bebé.
Así mismo una cantidad de accesorios para la decoración y todo lo que va a necesitar para darle la bienvenida al mundo a ese ser especial.
Y es que un baby shower es la mejor forma de empatizar con todas las personas, escogiendo detalles, regalos y todo lo necesario para cuando nazca el bebé.
Toda esta organización con la finalidad de ayudar a los padres para saber qué cosas necesitan o que cosas no comprar a la hora de organizar las pertenencias del bebé.
Esta es una de las celebraciones más planificadas por los padres, ya sea para dar a conocer el sexo del bebé o recibir los regalos al saber el sexo determinado del bebé que viene en camino. Lo cierto es que esta idea es muy creativa y muy linda, pero ¿qué pasaría si en vez de organizar un baby shower, organizáramos fiestas post parto?
La idea sería invertir el tiempo y el dinero en una fiesta para poder conocer al nuevo integrante de la familia, y aprovechar de ayudar a los padres que, si bien no es un secreto, en esos momentos es donde más apoyo y ayudan necesitan los padres.
Vale destacar, que el proceso del embarazo es un cambio de 180 grados para los padres, puesto que están experimentando nuevas sensaciones junto con nuevas experiencias.
Las mujeres embarazadas en este periodo de tiempo se convierten en personas muy hormonales, no pueden controlar ciertas emociones y su pareja no logra comprender que es lo que sucede al respecto y solo puede ofrecer su apoyo.