BENEFICIOS DE PONER MUSICA A EL BEBÉ EN EL VIENTRE.

Hay investigaciones científicas que avalan no solo que los bebés se relajan escuchando determinados tipos de música en el vientre. 

Las mamás gestantes, sino que también las recuerdan, y son capaces de relajarse y conciliar el sueño hasta cuatro meses después de haber nacido.

La música es muy beneficiosa para el aprendizaje de los niños. Por lo que se considera que, si un niño de tres o cuatro años escucha música, y con ello se favorecen algunas facultades de aprendizaje, un feto también puede escuchar música y tiene la capacidad de reaccionar a su sonido

Muchos niños son capaces de reconocer la música que les ponían sus padres cuando eran fetos, incluso, y de eso no hay la menor duda, son capaces de reconocer, cuando ya han nacido, las voces familiares que escuchaban cuando estaban en el vientre de las madres.

Por eso, poner música relajante para bebés favorecerá que en el futuro el bebé pueda calmarse con solo volver a escucharla.

Para poner música relajante para bebés, lo mejor que podemos hacer es poner música en algún reproductor y que llene el ambiente. El volumen de la música debe ser normal, no es necesario subirlo para que el sonido penetre en las paredes del abdomen, ya que el líquido amniótico es un excelente conductor del sonido.

Se ha comprobado que aquellos fetos que se exponen durante períodos largos de tiempo a mucho ruido suelen nacer de forma prematura y con menos peso, además, pueden sufrir una pérdida de audición. 

Los estudios están directamente relacionados con embarazadas que trabajan en lugares con mucho ruido, no con el hecho de ir a un concierto o dos durante todo el embarazo. Entre 50 y 60 decibelios es lo ideal, no solo para el bebé, sino también para nosotros.

La música relajante para las madres es también muy beneficiosa, ya que ayuda a mitigar molestias asociadas al embarazo, cuando la madre encuentra momentos de relax y de calma en la música.

Para ponerle música al bebé, hay que saber que el feto está conectado a su madre desde que empieza a formarse, aunque su desarrollo auditivo no se produce hasta el cuarto o quinto mes de gestación.

Es entonces cuando el bebé empieza notar y a ser consciente de los ruidos que hay a su alrededor, y es el momento adecuado para que empecemos a ponerle música.

La mejor hora para hacerle es o bien a última hora de la tarde, o por la noche. A esta hora es cuando el feto reacciona mejor a los estímulos y también es el mejor momento para la relajación. Si el bebé se está familiarizado con determinados temas o sonidos estos pueden llegar a calmarlo cuando salga al mundo exterior. 

Así que es bueno tener un repertorio habitual, que nos servirá meses después, cuando ya haya nacido, para conseguir calmarle.

Además de las músicas, lo que también le relajará mucho, serán las voces más familiares, las que tiene a su alrededor desde el momento en el que el feto comienza a poder escuchar y ser consciente de los sonidos. 

Por eso, siempre le relaja y le tranquiliza, una vez que ha nacido, escuchar las voces de sus progenitores, con las que ya está muy familiarizado.

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